Es difícil escribir sin cinismo en la palabra sobre los hechos fundamentales de estos últimos 3 meses, de toma para algunos, de movilizaciones para la amplia mayoría de mis pares, actividades en la que no participo, cosa que me fastidia considerando el bello y anhelado clima y tiempo de unión ciudadana. Lo disfruto como a una fotografía, una bien tomada y todo, pero es solo un instante robado que no vuelve. Son las 2 de la mañana y recién siento que bajo del segundero del reloj del campanil que me arrastra día a día, que, con lucro o sin lucro, parece no cesar su ritmo apático como el de las autoridades esta casa de estudios, nuestra universidad, la USS.
Quiero referirme al acto de vivenciar como al de comunicar. Comunicarnos, como profesión, es más que periodismo, me parece un trabajo noble como cualquiera, que se somete a jerarquías y fuerzas llamémoslas ocultas, que de hecho no lo son, pero pretenden serlo. Muy similar a la jerarquía, por ejemplo de carabineros, con la diferencia de que en sus fundamentos, donde se levantan muy erguidas banderas de “libertad de prensa” la “libertad de expresión” y el “conocimiento libre” todas estas sumidas en un profundo principio de autonomía, al mismo tiempo y en un acto tan contradictorio como suicida, se jura obediencia a una línea editorial, a una voluntad política, al evento de moda y sin proyección y largo etcétera.
No es una ironía? estos principios sobre los que el periodismo se levanta hoy? veo como esta disciplinase ha convertido en manipuladora de informaciones, o contra-información, como suelen decir los grupos con “onda”.
Este me parece irónico al menos.
De los periodistas, ya que no sólo pecan de irresponsables, sino que, se vanaglorian de su impecable función que a veces da vergüenza ajena como “crean” historias tan solidas como un castillo de naipes... historias como esta...como la que lees.
Entonces hablemos con honestidad y definamos. NO solo criticare al menoscabado periodismo cobarde; reconozco aquí y ahora que me UNI A EL, con esta actitud lamentable y pasiva, en el momento en que hice de este problema de la educación, la crisis del vecino.
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